viernes, 30 de julio de 2010

"Nuevas Etiquetas de Lagar acompañadas por otro cambio, un Cambio por Dentro"

LAGAR 2.0
Las nuevas etiquetas que pronto lucirá Lagar de Bezana vienen acompañadas de otro excelente cambio, el más importante, un cambio por dentro.

Por Mariana Martínez
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Un par de meses atrás dos amigos mendocinos capos en diseñado de etiquetas -el Gato Ficcardi y Pupo Boldrini-, me habían hecho llegar vinos de Lagar de Bezana para que viera el espectacular liftingque le habían hecho a sus etiquetas. Por suerte las botellas con las ilustraciones del pintor chileno Bororo, no llegaron vacías. Por el contrario, llegaron muy de acuerdo con lo que cualquiera puede esperar de un cambio de imagen; es decir, con un cambio por fuera y por dentro.

Mi sensación de Lagar hasta entonces, era la de un proyecto pequeño, con grandes pretensiones de calidad, en un valle con mucho potencial, el Cachapoal, pero que hasta ahora sus viñas han estado dormidas en sus demostraciones de grandeza (con muy contadas excepciones, como Altair y Anakena).

El gran punto en contra de los vinos siempre tintos de Lagar era el verdor de las uvas, por lo tanto el verdor de sus vinos. Lo que desde sus primeras añadas se veía reflejado en vinos con mucha concentración, pero de taninos muy firmes en cuanto salían al mercado, poco de amables de beber jóvenes, y notas en nariz muy pirazínicas, o al odiado pimentón verde. Taninos que sólo con el tiempo de guarda en botella, lograban suaves.

Para saber más del por qué de estos cambios nos pusimos de acuerdo con Cristóbal Undurraga(asesor enológico de Lagar desde el 2006), para probar juntos los vinos, y algo aún mejor, probarlos en vertical. Y eso hicimos en el segundo piso de esa linda casita de Lagar de Bezana, ubicada en plena avenida Los Leones, en Santiago.

¿Curiosidad por saber cómo es esa casita que parece de muñecas por dentro? Yo también. Tiene el tamaño preciso para una casa de dos plantas, con áreas de servicio y sociales abajo más dos dormitorios y baño arriba; y claro allí están las oficinas de Lagar. Detrás de la pequeña casita sin jardín, hay un gran estacionamiento para Lagar y las varias –infinitas- radios de Ricardo Bezanilla, el dueño del proyecto. También hay una bodega para la guarda en botella de sus vinos.

La degustación fue toda una revelación, primero porque elCabernet Sauvignon Aguacero, (ahora llamado simplemente Reserva por suerte, para evitar confusiones) fue de los tres vinos de Lagar en la versión más antigua que degustamos (la 2004) el que mejor parado estaba. Es cierto que ahí estaban las notas verdes pero el vino estaba fresco y firme, sabroso. A $4.500 con seis años de guarda todo un descubrimiento. Para Cristóbal, no fue más que la mejor muestra de que el cabernet tiene un potencial espectacular en la zona y que seguirá trabajando para hacer algo aún más grande.

La gracia, en cambio de la versión del Cab Reserva 2007, la nueva que llegará con su lindo lifting a tiendas pronto, es que los taninos ya no tuvieron que esperar seis años para estar suaves y seductores. La razón de este cambio, que es visible también en las dos últimas cosechas de sus otros dos vinos (la mezcla Aluvión y Lagar Syrah Limited Edition) es el gran trabajo que se ha hecho, junto al enólogo de plantaFrancisco Bello y el asesor vitícola Roberto Pizarro, para bajar los rendimientos de producción de uvas de las plantas.

Cristóbal reconoce que cuando llegó a Lagar, y sintió esos aromas verdes comenzó a deshojar para exponer los racimos más al sol, pero la idea fue un gran error. Lo que hacía falta era bajar la cantidad de uvas que produce cada planta para que lograran llegar a la madurez antes de las lluvias de otoño. Como resultado, terminaron cosechando mucho más temprano y con fruta mucha más madura.

De los tres vinos, el consentido del grupo de enólogos que trabaja en la bodega parece ser Aluvión, y hay buenas razones. En el sitio web inglesawww.nakedwines.com, se vendió como avión en una modalidad nunca antes usada en el sitio, en verde (es decir antes de llegar el vino a UK). ¿Qué tiene de atrayente Aluvión? Un precio en el que cada día encontramos mejores cosas en Chile, los $9.000. Y por ese precio esta mezcla funciona perfecto (aunque si bien empezó en 2002 como Cabernet sauvignon y Syrah, ahora es más syrah que cabernet).

Lo que han ganado además los vinos de Lagar a partir de la cosecha 2007 es elegancia, y este Aluvión lo muestra claramente. Con tres años, y recién saliendo al mercado, el vino es un cóctail de frutas negras, maduras, con gran cuerpo pero una especial suavidad y elegancia de taninos. ¿Y lo que viene? Aluvión 2008, ojalá se pudiera comprar en verde. Y es que la cosecha 2008 en Lagar es lo que se buscó, tener madurez y concentración en la fruta y no durante la vinificación.

El Syrah Limited Edition 2007 (a $12.000) sigue el mismo camino. Concentración, madurez y taninos suaves. Lo que me llama la atención, al igual que sus versiones anteriores, es que no hay notas cárnicas, a tocino ni de alquitrán, en estos syrah, y la verdad no es la primera vez que me ocurre con los syrah de Cachapoal. A cambio, hay sí, mucha fruta negra, mucha.

Este cambio no todo, el equipo trabaja desde esta cosecha 2010 en hacer un gran vino, el súper premium, al cual entrarían nuevas variedades plantadas más recientemente, como mouvedre, grenache, carmenère y petit verdot. Eso sí, la base será de cabernet, la gran apuesta de Cristóbal en esta zona aluvial y precordillerana del Cachapoal.


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